Si un eventprof no consigue el efecto wow en el venue tendrá que perfeccionar las skills de su work style … ¡”Várgame” los “palabros”! Es una frase ridícula, pero no crean que exagero, llevo varios años leyendo posts y noticias sobre eventos, comunicación y protocolo para publicarlos en Protocol Bloggers Point y no hay artículo en el que no se cuele alguno o varios de estos vocablos.
Hace algún tiempo Blanca Montiel, en su blog Con V de Eventos, publicaba un post sobre “Los anglicismos del protocolo y los eventos” en el que recogía unos 60 términos en inglés que se manejaban de forma habitual en el día a día de profesionales de eventos. Hablo en pasado porque desde que el post se publicó podríamos añadir otros 60 más. No está en mi ánimo aumentar esa lista porque para mí la cuestión no es tanto añadir más como intentar que se usen menos, y si se usan, pedir que al menos se haga correctamente.
Tal y como reconocía Blanca -a quien por cierto animo a retomar el blog y la sana costumbre de escribir- ante esa entrada franca a palabras en inglés: “Deberíamos entre todos intentar buscar un equilibrio que no dañe ni vacíe de contenido nuestra lengua, aunque es una tarea difícil”, aunque no imposible si ponemos algo de nuestra parte.
Analicemos pues la ridícula frase que da título a este post.
El eventprof o event manager ¿en singular o en plural?
Lo vemos escrito de múltiples maneras: separado y en abreviatura, en una sola palabra, en singular, en plural. Estamos hablando de un profesional de eventos, una persona que se dedica profesionalmente a organizar eventos y a gestionarlos.
Un profesional de eventos puede realizar su trabajo en una agencia o empresa de eventos formando parte de su plantilla (profesional por cuenta ajena) y también puede ser un profesional autónomo (profesional por cuenta propia) que presta esos servicios a terceros (el anglicismo para profesional autónomo es freelance, que parece ser queda más cool que en español).
El efecto wow
¿De verdad hemos dicho tradicionalmente “guau” –que es así como suena- para mostrar nuestro asombro? Pues parece que lo hemos hecho toda la vida, vamos, que lo dice hasta la del anuncio del dentífrico. Pero claro, aquí decimos “guau” y “guau” es también la onomatopeya del ladrido de un perro en nuestro idioma. ¿Ladramos para mostrar asombro? Lo mismo soy un poco antigua pero a mí me suena más usar interjecciones tipo: “¡Hala! ¡jopé! “ y similares.
Ahora para demostrar asombro hay que decir wow y como no logres arrancar un wow ante algo que has hecho, o que lo que has hecho no consiga un “efecto wow” significa que no eres un profesional exitoso. Pues yo no quiero ni ladrar ni que me ladren, lo siento.
Por cierto los perros en inglés no dicen wow, dicen woof.
¿Por qué lo llaman venue cuando quieren decir lugar de celebración?
Queridos lectores yo lo del venue lo llevo fatal. Me suena ridículo, lo siento.
Una podría pensar que es por economía de letras. Pero es que son cinco, lo mismo que en español. La propia definición en inglés nos dice que es el lugar –general- en el que ocurre el evento:
venue /ˈvɛnjuː/ the place where something happens, especially an organized event such as a concert, conference, or sports competition.
¿En vez de un término tan general como lugar, por qué no ser más preciso? Espacio y sitio son términos también muy generales, pero podemos ser todo lo exactos que queramos para indicar el lugar de celebración: sala, salón, aula, salón de actos, auditorio, sala de reuniones, sala de juntas, sala de consejo, salón de baile, estancia, jardín, habitación, recibidor, recepción, local, paraninfo, teatro, nave …. Si sigo lo mismo encuentro 60 sinónimos que describen mucho mejor el espacio donde vamos a celebrar el evento.
Y para nota lo de pronunciarlo bien, porque escribirlo … reguleras. Lo he visto escrito así: venue, veniu, o con artículo, el venue, el veniu, la venue, y hasta con acento el venúe.
Las skills del work style
Estamos hablando de habilidades y forma de trabajar. La habilidad para hacer bien nuestro trabajo se adquiere con la experiencia profesional realizada a lo largo del tiempo (también hay un anglicismo para eso, “expertise”). Si además nuestra forma de trabajar es la adecuada para la labor que desempeñamos, se nos da bien trabajar en grupo, nuestro jefe es un líder y estamos orientados a la consecución de los objetivos que se plantean, ¡miel sobre hojuelas!.
A modo de conclusión
Me gusta mi idioma, una lengua en la que se han escrito El Quijote, La Colmena, El Hereje o Cien Años de Soledad (por ser las cuatro primeras que me han venido a la mente). Hay anglicismos que hay que no hay más remedio que utilizar porque son palabras sin traducción, pero hay otras que sí y conviene que las usemos o las perderemos. Tal vez suene un poco cursi y antiguo, pero prefiero que me llamen cursi y no corny.
Imagen destacada: Pixabay
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