QUIÉN SOY
Licenciada en Derecho, Grado en Protocolo y Relaciones Institucionales, Máster en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria. Me llamo María Gómez Requejo y sigo estudiando, porque me gusta, e intentando desesperadamente terminar la tesis. Además de estudiar -que a ciertas edades debería ser una profesión reconocida- desde 2002 trabajo como profesora universitaria de Grado y Postgrado en Protocolo y Eventos, especialidad Técnicas de Organización de Eventos. Participo de forma habitual en Congresos de Protocolo y he colaborado en dos libros: Historia del Protocolo y el Ceremonial y Los Básicos del Protocolo. Entré en las redes sociales empujada por Pilar Muiños y María de la Serna, detalle que les agradezco infinito y que tuvo como resultado este blog y la participación activa en la comunidad virtual Protocol Bloggers Point.
Me gusta investigar en protocolo y este blog va de eso: buscar, mirar, leer y descubrir publicaciones antiguas sacando a la luz detalles de protocolo que pasarían desapercibidos y que son tan importantes que aún siguen ahí. En muchos casos – y para nuestra sorpresa- las cosas no han cambiado tanto (salvo la moda y la paulatina incorporación de la mujer a la vida pública en el último siglo). El protocolo está presente no solo en actividades, sino también en el idioma: en las palabras y en los aforismos, que también tienen un hueco en este blog.
A la vista del nombre del blog cabría preguntarse si es el protocolo un corsé. La respuesta es sí, el protocolo es un corsé, si no lo fuese no hablaríamos de protocolo, sino de libre albedrío. Del profesional de protocolo depende la rigidez o elasticidad del corsé. No olvidemos que el protocolo un instrumento destinado a mejorar la convivencia entre distintos y a la vez una poderosa herramienta de comunicación, por lo que: aplicar sin imponer y marcar sin señalar, deberían ser las máximas que el profesional debería repetir como un mantra.