Al hilo del post de la semana pasada un amigo me envió una palabra: paparruchas, para ver «qué puedes hacer con ella», según me dijo. Así que aquí estoy otra vez hablando de neologismos y anglicismos que campan por sus respetos en el lenguaje diario de quien se dedica a protocolo, eventos y comunicación.
El título del post – En tiempos de posverdad abundan las fake news ¡que no te engañen con paparruchas! – recoge los términos de los que vamos a hablar a continuación, así que analicemos el mismo:
En tiempos de posverdad
El término posverdad es un neologismo que se incluyó en el diccionario de la Real Academia en 2017 . La definición que incluye es la siguiente:
posverdad. 1. f. Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad.
He estado leyendo sobre posverdad en distintos medios y me he quedado con estas palabras que aparecían en un artículo titulado «Post-verdad, nueva forma de mentira» de Gregorio Caro Figueroa que publicaba Clarín el 22/11/2016: «el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad«. Es decir, si una mentira aparenta ser verdad, preferimos creer la mentira que indagar para saber si es o no verdad, esto dice poco de nuestro sentido crítico. Claro que para tener sentido crítico hay que leer (no solo tweets y whatsapps ¡sapristi, otros dos anglicismos!) e informarse; hay que cuestionarse todo y reflexionar de forma racional e inteligente sobre todo. El sentido crítico requiere que seamos conscientes de la situación en la que se vivimos y mejorar nuestra capacidad intelectual mediante el estudio y/o la investigación; prestar atención lo que está ocurriendo y a los protagonistas de la actualidad, tanto a lo que dicen como a lo que hacen. En definitiva: hay que buscar la verdad.
¿La verdad? Queridos lectores, ya se que la verdad absoluta no existe (me lo decían en Filosofía de COU), pero de ahí a tragarnos mentiras emotivas o verdades impuestas … ¡uf!
Las fake news
Dice el título del post que en tiempos de posverdad abundan las fake news (noticias falsas en román paladino). Hoy más que nunca somos conscientes de la abundancia de las noticias falsas, porque ese es el significado de fake news, noticias falsas, es decir, mentiras. Debe haber algo políticamente incorrecto si se escribe o dice «noticias falsas»; tal vez es mas cool (¡qué fino suena!) decirlo en inglés, porque parece que se manejan idiomas; lo mismo es el miedo a llamar mentiroso a alguien, porque puede que nos denuncie por injurias y calumnias y acabemos en los juzgados … ¡quién lo sabe!. Personalmente he llegado a pensar que tiene que ver con la economía. Somos ahorradores y preferimos utilizar las 7 letras de fake news en lugar de las 12 de noticias falsas, pero mentira también tiene 7 letras y bulo 4 … ¡tal vez convendría diversificar el ahorro!.
El empleo de la expresión inglesa ha llevado a una utilización curiosa. Cuando hablamos de noticias falsas hablamos en plural y usamos fake news sin problema. Pero cuando es una noticia falsa nos chirría el plural que implica la palabra news -porque nuestra mente «hispanopensante» no recuerda que news es un incontable- y directamente decimos que hemos recibido una fake … creatividad lingüística que no falte, aunque sea en otro idioma.
Las paparruchas y otros sinónimos de noticias falsas
Desde que se inició la cuarentena todos los días recibimos por las redes sociales un bombardeo incesante de: rumores, bulos, falsedades, infundios, patrañas, trolas, filfas, engañifas, enredos, trápalas, bolas, falacias, camelos, marañas, jácaras, chapucerías, caramillos, chismes, aranas, camotes y paparruchas (estos son algunos de los sinónimos de noticias falsas que hay en nuestro idioma). Si leemos las definiciones vemos cómo alguno de ellos recoge en la misma el fin último que busca quien las emite: la manipulación.
Ni que decir tiene que me ha encantado la palabra paparrucha, que aparece con el mismo significado en el diccionario de la Real Academia desde 1884: «Noticia falsa y desatinada de un suceso, esparcida entre el vulgo»; así que, desde hoy, queda incorporada a mi vocabulario.
Fuentes: las indicadas en el texto.
Imagen destacada: diseño original de Itziar de la Serna.