Durante el mes de septiembre y la primera semana de octubre he tenido el privilegio de asistir al XX Curso de Vexilología que organiza el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ministerio de Defensa.
Han leído bien, he dicho “privilegio”, porque privilegio es escuchar a conferenciantes de la talla de los que hemos tenido aquí. Personas que conocen en profundidad la materia de la que hablan, que investigan y transmiten sus conocimientos con el entusiasmo de quienes creen y valoran el objeto de su estudio.
Vexilolo-¿qué?
Vexilología, la disciplina que estudia las banderas y enseñas. Ese estudio abarca tanto su forma, dimensiones, colorido y los símbolos que se colocan sobre ella, como a su utilización. Es una disciplina auxiliar de la Historia y estrechamente relacionada con la Heráldica.
Contenido del curso
A lo largo del curso hemos conocido la historia de las banderas, desde los antiguos vexilos a las de infantería, caballería, artillería, armada y aviación; las banderas y estandartes de ingenieros o los guiones de la legión, no hay que olvidar que el origen de las banderas es militar. Y hemos visto esas banderas que se conservan y exhiben en museos.
También hemos podido estudiar la bandera como soporte de: condecoraciones, divisas, filacterias, placas, medallas y escudos, símbolos que se han bordado a lo largo de la historia y se bordan sobre las banderas militares, para mostrar recompensas colectivas de unidades, batallones o compañías.
Bandera y sentimiento
La parte más emotiva ha sido la dedicada a la bandera y en especial al pañuelo del soldado (con los colores de la enseña nacional). El pañuelo era un símbolo identificativo que además se usaba como cubre-percha, cubre-mochila, con fines docentes y en último extremo, como mortaja. Para resaltar esa función docente baste mencionar que en la España de mediados del XIX, en la que más del 80% de la población era analfabeta, el pañuelo de instrucción con sus ilustraciones era un auténtico manual táctico.
“Defender o morir”
Tomo prestado el lema “defender o morir” para poner de manifiesto la importancia de la bandera en combate a lo largo de la Historia. La bandera –cuando las contiendas se libraban cuerpo a cuerpo- estaba siempre presente en las batallas, en un lugar especial y rodeada por su propia guardia. Una bandera capturada por el enemigo era arrastrada por tierra o por agua –dependiendo del lugar de la batalla- lo que suponía la peor afrenta para el derrotado, por eso se llegaba a defender con la propia vida.
Ceremoniales militares
La bandera está presente en los actos militares, su uso ceremonial está regulado y entre otros actos podemos mencionar: jura de bandera; entregas de bandera a buques y unidades, homenaje a la bandera de España; honores militares y fúnebres.
En el ceremonial la bandera y banderas presentes siguen en su ordenación un estricto protocolo, situándose en el puesto de mayor honor la enseña nacional.
Los desafíos del vexilólogo
Hemos conocido de primera mano los retos a los que se enfrenta el investigador en historia vexilológica; el principal, el material con el que trata, cuyo soporte –tela- y colores se degradan con facilidad, por el transcurso del tiempo.
Otro desafío es la necesidad de acudir con frecuencia a fuentes escritas antiguas: códices, crónicas de reyes, Las Partidas, cartas, normativa antigua, etc. así como a obras de arte y arquitectura; afortunadamente cada vez hay más archivos disponibles online.
Cortesía en el aula
Finalizo este post con una mención a la cortesía que ha imperado en el aula: las clases han empezado y finalizado con una puntualidad exquisita; el absoluto silencio en el aula lo que permite el seguimiento de la conferencia sin distracciones; los ponentes se han dirigido muy cortésmente a la máxima autoridad presente (entre los alumnos había un general, que no se ha perdido ninguna clase).
Agradecimiento
Al equipo de profesores e investigadores magníficamente coordinados por el Coronel López-Mayoral, que han sabido mantener la atención de la concurrencia cada tarde y a pesar de la hora.
Les decía al inicio que asistir a este curso de Vexilología ha sido un privilegio y no he exagerado. Es un curso que se repite cada dos años, había intentado hacerlo en 2015 pero no fue posible, esta vez he podido completarlo y lo recomiendo. Que a nadie le preocupe el precio, es simbólico (solo el material que entregan triplica el precio que hemos pagado por el curso). Creo que dentro de dos años repetiré.
Fuente de la imagen: Historia de la Bandera en la web del Instituto de Historia y Cultura Militar
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