Comparto con ustedes un asunto de protocolo, en un tema que no es menor, el de las precedencias, y el lugar las procesiones de la «madrugá» (1) de la Semana Santa en Sevilla. La crónica es de 1882, la firma Benito Más y Prat y la recoge el número de 15 de abril de ese año de La Ilustración Española y Americana.
Cierra el autor su estudio de las imágenes que desfilan en los pasos en la madrugada del Viernes Santo y en sus palabras encontramos una mención a un conflicto de precedencias: «Para terminar (…) solo me resta consignar que las cofradías de la madrugada participan a veces de (…) desórdenes (…) Las antiguas lides de prioridad suelen recrudecerse entre las hermandades, y solo los asiduos cuidados de los alcaldes de la ciudad logran tenerlas a raya. En este asunto, los macarenos alegan razones por extremo poderosas: dada la original idea que tienen acerca de la jerarquía de las imágenes, no pueden consentir sin protesta que ninguna Virgen deje atrás a la Virgen de la Esperanza«
No en vano es la «congregación que da verdadero carácter a estas procesiones nocturnas o matinales, sin disputa, la de San Gil, llamada vulgarmente de la Macarena, y de la cual es reina y señora la celebrada Virgen de la Esperanza. Esta imagen, favorita de los macarenos (…) debese al cincel de Roldán, y es bella y graciosa como todas la vírgenes andaluzas. Cuando los hijos del célebre barrio ven aparecer bajo la antigua puerta monumental (…) a su patrona predilecta, envuelta en su magnífico manto de terciopelo (…) y con sus pequeñas manos cubiertas de anillos, un místico arrobo se apodera de sus corazones. Entonces la hipérbole llega a su colmo; los hurras y vivas se redoblan, se repiten, se confunden, y suelen escucharse frases y exclamaciones como estas:
— ¡Viva la Virgen de la Esperanza , que se deja atrás á toas las vírgenes !
En este punto suele iluminar el sol la frente nacarada de la Madre de Dios y rodearla de un brillante nimbo ; las músicas resuenan ; los estandartes ondulan; los cascos y escudos de las centurias lanzan brillantes reflejos : hay quien asegura que la hermosa imagen ha dejado vagar por sus labios inmóviles la más divina de las sonrisas«
Ya saben, siempre se dice que quien llega el último es el más importante, o aquello de que se desfila en orden inverso al rango. Parece ser que en este caso no.
(1) Se denomina así por que las cofradías hacen sus respectivas estaciones a altas horas de la noche, recogiéndose con las estrellas de la madrugada del Viernes Santo.