Festividad de Todos los Santos: tradición inveterada en nuestro país

Hoy es el día de Todos los Santos, tradición inveterada, no confundir con Halloween, que es una tradición «muy arraigada» entre nosotros y que también se celebra por estas fechas.

De la palabra «tradición» dice el diccionario de la Real Academia que es «la costumbre conservada en un pueblo por transmisión de padres a hijos» . Y de «inveterada» que es «antigua y arraigada«. Estas dos condiciones son justo las que le faltan a Halloween entre nosotros, la transmisión de unas cuantas generaciones para que arraigue (al paso que va, fijo que arraiga.

Volviendo a nuestra tradición inveterada en estos días -hoy Todos los Santos y mañana día de los Fieles Difuntos– es la que nos lleva a los cementerios, a limpiar las lápidas, colocar flores y cirios y recordar a los que nos faltan (con el recogimiento que cada uno considere o el exceso que quiera manifestar, porque sinceridad y vanidad también son tradición).

La Ilustración Española y Americana de 30 de octubre de 1880 hablaba de esa tradición -que ya era inveterada entonces- con estas palabras:

«Podría formarse un voluminoso tomo con la colección de los artículos que por estos día del año han visto la luz pública en periódicos y revistas, dedicados, ya a ensalzar ya a criticar el inveterado uso de la visita a los cementerios en las tristes solemnidades de Todos los Santos y Difuntos. Aquella ostentosa aglomeración de luces y ricas coronas en unas tumbas; el dolor sincero regando con sus lágrimas el humilde ramo de flores colocado por una mano cariñosa sobre la olvidada sepultura del ser querido ¡han sido descritos ya tantas veces!.

Cuando se apaga la última luz encendida por la mano de los vivos del día de los Difuntos, parecen todavía más impregnadas de tristeza los conocidos versos del pobre Bécquer:

".... ¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!"

Como decía María de la Serna el martes en el programa de radio «El Kiosko de Protocolo«, tal vez TLS es una fiesta demasiado seria, demasiado triste y , en ese día, tendríamos que recordar a los que nos faltan con más alegría. No sería mala idea.

Fuente de texto e imagen destacada: la mencionada en el texto. Disponible en la Hemeroteca Digital