Encuentro en la Gaceta de Madrid de 4 de noviembre de 1882 un Real Decreto mediante el cual Alfonso XII disponía una serie de condecoraciones para el hijo/-a, que estaba a punto de nacer. Me ha llamado la atención esta previsión, porque las medallas se las imponían una vez bautizado/-a, y de ahí ha salido el título de esta entrada. Los hijos del rey nacían ya condecorados o condecoradas, pero no era lo mismo nacer chico que chica, el sexo era importante.
Leyendo el Real Decreto vemos que el sexo determinaba el número y la categoría de las condecoraciones que al nasciturus real se le otorgaban. Si era niño se llevaba cuatro y además se convertiría en Príncipe de Asturias, arrebatándole el título -en este caso- a su hermana mayor. Si era niña se tendría que conformar con una, reservada únicamente a mujeres, y su título sería el de Infanta de España.
El 12 de noviembre de 1882 nació la Infanta Teresa de Borbón y Austria, segunda de las hijas de Alfonso XII y María Cristina de Austria. Habría que esperar cuatro años para el nacimiento del hijo varón de Alfonso XII, hijo póstumo, que no le quitó el título de Princesa de Asturias a su hermana mayor, pues nació rey de España. De hecho la Princesa de Asturias -María de las Mercedes de Borbón y Austria- conservó el título hasta su muerte en 1904.
Para que quede constancia del “medallero” reproduzco a continuación el texto íntegro del Real Decreto de 2 de noviembre de 1882:
“Vengo en disponer que el Príncipe o Infanta que con auxilio del Todopoderoso diere a luz mi muy amada Esposa, sea condecorado en el primer caso con el collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro y el de la Real y distinguida de Carlos III, y con las Grandes Cruces de la de Isabel la Católica y de San Juan de Jerusalén, y en el segundo con la banda de damas Nobles de la Reina María Luisa; cuyas insignias le serán impuestas por Mí tan luego como haya recibido el Santo Sacramento del Bautismo”.
Todas las condecoraciones hacen referencia a las cualidades que han de concurrir en quienes las reciben, veamos al menos cual era el objetivo de estas tres:
La de María Luisa se otorgaba a: “personas nobles de su sexo que se distinguieren por sus servicios, prendas y calidades”.
La de Carlos III: “a individuos beneméritos”. Se premiaban las virtudes y el mérito al servicio de la Corona, algo que recogía su lema “Virtuti et mérito”.
La de Isabel la Católica: premiaba “comportamientos extraordinarios”.
Supongo que todo esto te lo podías saltar si eras hijo/-a de rey.
Imagen destacada: composición propia con material de:
Venera de la Real Orden Española de Damas Nobles de la Reina María Luisa: https://tinyurl.com/2dabzvn9
Collar de la Orden del Toisón: De Heralder Elements by Sodacan – [1] Image, CC BY-SA 3.0, https://tinyurl.com/yvzxkjmx
Collar de la Orden de Carlos III: File:Collar de la Orden de Carlos III.svg – Wikimedia Commons
Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica: De Heralder – Order Statutes and Regulations / Reglamento de la Orden, CC BY-SA 3.0, https://tinyurl.com/yts5uayk
Normativa órdenes: Gaceta Histórica.