En la entrega XLI de esta serie les mencionaba unos libros que encontré limpiando la buhardilla este verano, hoy les hablaré del segundo titulado «Habituar«, dirigido a alumnos de cuarto curso, justo a un paso de entrar en el Bachiller.
«Habituar«, a decir de su presentación, era un libro de actividades, no una asignatura en sí misma. La idea era formar en hábitos de comportamiento mediante la repetición frecuente de distintas situaciones realizando -además- una serie de ejercicios que ayudasen a arraigar ese comportamiento cívico. De esta forma se desarrollaban tanto la actitud como la conducta, sin olvidar la formación de juicios que permitieses distinguir una buena de una mala conducta o actitud.
Hay un capítulo titulado «Camino de la escuela» en el que se recoge un decálogo de conductas a evitar por los niños, que bien podrían aplicarse hoy, cincuenta años mas tarde:
- No bajar las escaleras corriendo ni saltar de escalón en escalón.
- No deslizarse por el pasamanos (antes las escaleras permitían realizar ese peligrosísimo ejercicio, hoy es casi imposible hacerlo por lo reducido de las medidas de las escaleras que han cedido parte de sus dimensiones a los ascensores).
- No hay que correr alocado por la calle, consumiendo las energías que se necesitan para desarrollar el trabajo escolar.
- No se dan voces por la calle ni se llama a gritos a los conocidos que vemos al otro lado de la calle.
- No se juega a la pelota en las aceras ni se llama a los timbres de los portales.
- No se lee mientras se anda, corremos el peligro de tropezar con alguien o caernos (esto me recuerda a los que van enviando mensajes por el móvil mientras van andando).
- No se desvía la vista cuando vemos a una persona conocida, ni nos hacemos los despistados para no saludar.
- No se evita a personas con necesidades especiales, al contrario, hay que ayudarles a cruzar la calle y, si caminamos junto a ellos, hay que cederles el lado de la acera.
- No se arrojan al suelo: papeles, cáscaras o desperdicios.
- No se hace pis en la calle ni en ningún lugar visible al público (en el libro decía «no se hacen aguas»).
Como les decía al inicio, diez conductas a evitar que -salvando las distancias temporales- siguen siendo de plena actualidad ¿ustedes qué opinan?
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