El libro de esta semana es Noves lectures morals i civiques, de J. Planell Bertrán (1933), aunque está en catalán es de fácil lectura, no en vano su autor era profesor, con ideas claras en frases cortas.
Se trata de un libro de pequeño formato, tamaño A5 y 100 páginas, dividido en dos partes: la primera dedicada a la moral (en la que habla entre otras cosas de la verdad, el derecho, el bien o las virtudes) y la segunda dedicada a la educación y el civismo (en el que los temas son muy variados ya que se habla de la escuela, los libros, el aseo personal, el ejército, la paz, Confucio o Sócrates).
La parte de aseo personal es la que aquí voy a comentar, ya que me ha parecido interesante la asociación que hace el autor entre la suciedad en el cuerpo y la ropa y el carácter del individuo: “Les persones brutes de cos i de roba complementen la seva brutícia en els costums, en el lèxic, en l’obrar; tot el que fan és baix, rastrer, abominable”. Entiendo que la generalización es muy drástica, pero invita a la reflexión.
El libro está dirigido al sexo masculino, hace constantes referencias al noi, y contiene algunas máximas que ochenta años después de su publicación nos arrancan una sonrisa:
Les lleganyes són signe manifest de gandulería
Un noi lleganyós, escabellat i brut de cara, coll i orelles, no és un noi: és una caricatura
Res tan bonic com un noi net, puix que la netedat li dóna la bellesa del lliri i la gràcia alada de la papallona
Estamos destinados a vivir en sociedad, necesitamos la conexión con los otros, la convivencia, para sobrevivir. La convivencia plantea unas reglas de juego cuya aceptación lleva al mejor entendimiento. Una de las reglas básicas de convivencia es la higiene. Nuestro instinto nos lleva a aceptar todo lo que nos atrae y a rechazar lo que nos inspira aversión, y el aseo personal está en la base de ese comportamiento instintivo. ¡Que levante la mano quien viajando en trasporte público –y habiendo dos sitios disponibles- elige el puesto al lado de un individuo desaliñado y sucio en lugar del puesto inmediatamente al lado de un individuo pulcro y bien vestido!.
Como siempre os animo a la lectura y la reflexión, a mí hoy, encontrar el libro en el anaquel me ha servido para recordar que tengo que llevarlo a un médico de libros, porque está muy viejito.
Continuará
Cuadro: Anciana espulgado a un niño, Murillo