Del Anaquel saco el libro “Urbanidad (estudio de reglas de conducta)” escrito en 1918 por la Excelentísima Señora Doña Isabel María del Carmen Castellví y Gordon, Condesa del Castellá. Que alguien se de tratamiento a sí mismo siempre me ha parecido un poco –bastante- arrogante y un pelín –mucho- altanero, pero la señora Condesa tendría sus motivos. Los míos, para ponerme delante del ordenador hoy, no son hablar de tratamientos personales sino de cómo nos trata el personal con algo tan sencillo como un regalo y cómo debemos tratar en correspondencia, que el regalo tiene doble sentido (y no voy tampoco por la vía del humor).
Los pilares del trato social
El libro comienza hablando de los pilares básicos sobre los que se fundamenta la vida en sociedad:
- El respeto a los demás, en sus más variadas manifestaciones (consideración, atención, deferencia, etc.).
- La amabilidad, cada uno de nosotros somos completamente distintos en nuestra forma de ser, pero la vida en sociedad nos obliga a ser amables, considerados, atentos, afables, etc.
- El buen humor. Dice la autora que la vida “no es nunca tal como sería si nosotros la hubiésemos hecho a nuestro gusto y según nuestra conveniencia”, por eso es mejor encararla con una sonrisa.
- La discreción. Hay que aprender a valorar el silencio “saber callar es una virtud”.
- La lealtad, el “proceder rectamente en las relaciones con los demás”. Ser honrado, no faltar a la palabra dada, ser honesto, no traicionar la confianza que depositan en nosotros.
Decálogo para hacer y recibir regalos
La autora le dedica un capítulo específico al tema de los regalos. Comprobamos que por sus indicaciones no ha pasado el tiempo, además seguro que podemos ligarlas a alguno de los pilares básicos del trato social. Veamos:
- No importa el valor del objeto; hay que pensar si le va a gustar a quien lo recibe. Si tuviera que enlazar esta indicación con algún pilar del trato social, lo haría con la amabilidad y el respeto.
- El objeto que se regala ha de tener una utilidad práctica, si sabemos que quien lo va a recibir lo necesita: habremos dado en la diana. Esta indicación también se puede enlazar con amabilidad, respeto.
- Se hacen regalos en días señalados: cumpleaños, Navidad, Reyes, etc. Regalamos a familiares y amigos. Amabilidad, respeto, consideración, afabilidad.
- Nunca se regalan cosas usadas. Por deferencia hacia quien nos las regaló y consideración hacia aquel a quien se la regalamos.
- Si te hacen un regalo inesperado, no respondas inmediatamente con otro. Espera la ocasión propicia para hacerlo. Amabilidad, respeto y buen humor, el regalo hay que recibirlo siempre con actitud positiva.
- Si haces un regalo: que sea de valor proporcional a tu capacidad de endeudamiento. No pidas un préstamo para hacer un regalo. Hacer el regalo es el detalle de atención hacia el otro, y esa atención nada tiene que ver con el precio del objeto.
- Si recibes un regalo de manos de quien te lo hace: agradece y alaba el regalo. Como en las indicaciones anteriores: amabilidad, respeto, consideración, etc. son también de aplicación aquí.
- Si recibes el regalo por correo o mensajero: agradece por carta de forma inmediata. Hoy añadiríamos: por correo electrónico, llamada telefónica, etc. Hay que ser amable y agradecido.
- Si recibimos un regalo que no nos gusta: damos las gracias y no comentamos con nadie el hecho de que no nos ha gustado (se guarda en la caja en el fondo del armario y a que pase el tiempo y se transforme en una antigüedad). Amabilidad, lealtad y discreción, veo aquí (además del sentido del humor, porque las cosas que no nos gustan hay que encajarlas con sentido del humor o nos amargamos).
- Cuando hacemos regalos no debemos alabarlos (“mira qué bonito esto que te regalo”) ni debemos mencionar lo que nos ha costado (ni en cifra –“ha costado …. €”- ni en cantidad – “me ha costado un riñón/fortuna/mi sueldo del mes …”- no es elegante. Amabilidad y discreción ante todo.
En este mundo consumista en el que vivimos parece que hay una obligación de hacer y recibir regalos, cada vez más ingeniosos, más aparatosos y más caros. Deberíamos reflexionar tanto sobre los motivos que nos llevan a hacer el regalo como sobre la idoneidad del mismo (he visto demasiados regalos en forma de juguetes abandonados en el contenedor al día siguiente de Reyes).
Fuente de la imagen destacada: Museo Nacional del Prado. Regalo de boda de Carlos Vázquez Úbeda (1911)
El libro: “Urbanidad (estudio de reglas de conducta)” escrito en 1918 por la Excelentísima Señora Doña Isabel María del Carmen Castellví y Gordon, Condesa del Castellá está digitalizado en la Biblioteca Digital Hispánica