La reciente proclamación de Carlos III del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, dejó una serie de imágenes como la que recoge fotografía de la imagen destacada de esta entrada. Mientras veía la ceremonia por televisión vino a mi mente el cuadro de Antonio Joli, “La abdicación de Carlos III” del trono de Nápoles.
Salvando los trajes de época, algo en el ambiente que rodea la ceremonia me lleva a encontrar similitudes: el espacio en el que se realiza, la disposición de las personas que asisten, el estrado, las puertas, los cuadros, el color … ¡¡no me digan que no!!.
Un Carlos que fue I, VII y V antes que III
El rey de España Carlos III (1716 -1788) reinó antes como Carlos I (duque de Parma), Carlos VII (Nápoles) y Carlos V (Sicilia). Era el tercer hijo varón de Felipe V y, al fallecer sus hermanos Luis I y Fernando VI sin descendencia, tuvo que ocupar el trono de España abdicando del trono de Nápoles y Sicilia en su hijo Fernando.
Es ese momento, el de la abdicación, el que recoge el cuadro de Joli que podemos ver en el Museo del Prado, que indica en su web, extractando da Rodríguez Rico: “(…) representa la ceremonia con gran fidelidad, mientras muestra un gran detallismo de la escena, distribuye perfectamente a los personajes (…) Los trajes, vestidos y uniformes muestran el alto rango de los asistentes”.
Sobre los personajes que allí estaban dice la misma web: “Presidiendo el Consejo [de Regencia] está Bernardo Tanucci (…) ministro favorito del Rey, que lee el documento en el cual Carlos III abdica del trono de Nápoles. La solemne ceremonia de abdicación tuvo lugar en la sala del Trono del Palacio Real de Nápoles el sábado 6 de octubre de 1759 justo antes del mediodía, con el Rey en su trono y el infante Fernando a su izquierda”.
Del resto da cuenta por grupos: “(…) miembros de la Real Cámara de Santa Clara, cargos del Consejo de Sicilia, oficiales electos de Nápoles, diputados del Senado y la Ciudad de Palermo, el Protonotario del reino, el Consejo de la Regencia (…) y otros cargos importantes de la corte (..) miembros de la Familia Real”.
El otro Carlos III, una proclamación en dos partes
La ceremonia de proclamación de Carlos III, a la que hemos asistido todos gracias a los medios de comunicación, tuvo lugar en el Palacio de St. James y está recogida con gran detalle en la web: The Privy Council Office.
La ceremonia tuvo dos partes. Una primera sin la presencia del rey en la que el Presidente del Consejo anunció la muerte de la reina y a continuación el Secretario del Consejo leyó el texto del acta de proclamación. Ese texto lo firmaron los miembros de la familia real que forman parte del Consejo Privado; el Arzobispo de Canterbury; the Lord Chancellor; el Arzobispo de York; la Premier; the Lord Privy Seal; the Lord Great Chamberlain; the Earl Marshal y la Presidenta del Consejo Privado. La fotografía que forma parte de la imagen destacada de esta entrada corresponde a uno de los momentos de esa primera parte.
En la segunda parte el rey accedió a la sala e hizo una declaración personal sobre la soberana fallecida. A continuación realizó el juramento de fidelidad y guarda de la Iglesia de Escocia y firmó dos copias del juramento (momento portaplumas) ante los miembros de la familia real que son parte del Consejo Privado; the Lord Chancellor; el Secretario de Estado de Escocia; el Primer Ministro de Escocia; the Lord Advocate os Scotland; the Advocate General of Scotland; y la Presidenta del Consejo Privado.
Similitudes ceremoniales
Utilicé el cuadro de Joli para una ponencia sobre protocolo en las obras de los maestros de la pintura, que presenté en el V Congreso Internacional el Protocolo Contemporáneo. Cuando estaba viendo en la televisión la ceremonia de proclamación de Carlos III vino a mi mente el cuadro de Joli, básicamente por la puesta en escena. Investigando sobre la ceremonia resultó era muy similar a la que estaba viendo en directo.
El espacio y su decoración: un estrado para los más importantes; las puertas de acceso; el color granate que domina la escena (a pesar del luto riguroso en un caso y la indumentaria de gala en el otro); los invitados que miran al estrado en el que va a tener lugar la ceremonia principal.
La ceremonia en sí: solemnidad del acto; indumentaria de los asistentes; quien preside el Consejo da cuenta de los detalles que les reúnen en ese lugar; se procede a la lectura y firma de los documentos; la presencia de altas autoridades y de miembros de la familia real; los prelados presentes.
Las ceremonias de acceso al poder hunden sus raíces en la tradición. Forman parte del ritual simbólico de la sociedad y su celebración, adecuada a las circunstancias del momento en el que se produce, hace que mantengan su valor y utilidad.
Fuentes del texto: Museo del Prado y The Privy Council.
Fuentes imágenes: Museo del Prado y Royal Central