Para los cristianos, ligadas al ciclo vital, aparecen una serie de ceremonias simbólicas que se producen en siete momentos cruciales de la vida. El Catecismo de la Iglesia Católica hace referencia a esa semejanza:
1210 Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a.1, c).
Hace unos días tuve la oportunidad de ver la exposición de Van der Weyden en el Museo del Prado y contemplar el magnífico tríptico de los Siete Sacramentos, las escenas que allí se observan muestran el tránsito de la vida humana, ordenada por la Iglesia, con sus siete ceremonias fundamentales:
(*) Penitencia y Eucaristía (comunión) se repiten a lo largo del ciclo vital, pero vamos a mantenerlas en el momento en que se reciben por primera vez.
Si nos centramos en la parte ceremonial, cada uno de los Sacramentos requiere una ceremonia especial y la presencia de determinadas personas, las que nunca variarán serán el oficiante y el que recibe el sacramento; la utilización de determinados objetos, y la pronunciación de unas palabras específicas por el oficiante.
Van der Weyden sitúa las escenas que reflejan esas ceremonias en las capillas laterales de la iglesia, dejando la central para la Eucaristía.
Bautismo
En esta escena vemos al oficiante, el bautizado, los padres y padrinos. Destacan los dos elementos necesarios para el rito: el agua bendita y la pila bautismal. El oficiante, en en el momento de derramar el agua sobre el bautizado y pronunciar las palabras: “Yo te bautizo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Sobre la escena un ángel blanco que simboliza pureza y bondad.
Confirmación
La escena recoge al oficiante -obispo- y al confirmado en el momento de la unción con el crisma en la frente, haciendo la señal de la cruz, mientras pronuncia las palabras: «Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo«. El rito se completaría con el beso de la paz, que representa la unión del obispo con los fieles. Sobre la escena un ángel amarillo, color que simboliza la llama del Espíritu Santo.
Confesión
En la escena vemos a confesor y penitente, los dos sujetos necesarios en este Sacramento. Representa el momento de la absolución, en el que el oficiante está pronunciando las palabras «Yo te absuelvo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo«. Sobre la escena un ángel rojo que simboliza el arrepentimiento.
Eucaristía
Recoge la escena el momento de la consagración, cuando el sacerdote está pronunciando las palabras: «Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo que será entregado por vosotros«. El ritual requiere el pan y el vino, que representan el cuerpo y la sangre de Cristo.
Orden sacerdotal
La escena recoge la a imposición de manos del obispo que constituye el signo visible de esta consagración; la imposición de manos sobre la cabeza del ordenando junto a la oración consecratoria mediante la que que pide a Dios la efusión del Espíritu Santo y de sus dones, apropiados al ministerio para el cual el candidato es ordenado, son los signos visibles de este Sacramento. Sobre la escena un ángel de color morado-violeta, color dedicado al misticismo, a la vida espiritual.
Matrimonio
Esta escena recoge el momento en el que el sacerdote recibe el consentimiento de los esposos y da la bendición de la Iglesia. Junto al oficiante y los esposos aparecen los testigos, ya que por ser el matrimonio un estado de vida en la Iglesia, es preciso que exista certeza sobre su celebración, lo que requiere la manifestación pública del consentimiento y el intercambio de los anillos, de ahí la necesidad de los testigos. Sobre la escena un ángel azul, color que simboliza la fidelidad.
Unción de los enfermos
El fin del ciclo vital. Los ritos alrededor de la muerte. Recoge la escena el momento en el que el oficiante le ofrece al enfermo el viático. El ángel negro sobre la escena representa: el fin, la muerte, el luto.
(Esto es lo que pasa por ir a las exposiciones con «ojos de protocolo»).
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