Hay mesas que han pasado a formar parte de la Historia, si alguna de ellas pudiese hablar ¡lo que nos contaría!. Sobre las mesas se han escrito y se están escribiendo capítulos muy importantes de la Historia de un país: abdicaciones, renuncias, tratados, matrimonios, sentencias, negociaciones secretas, etc. tienen a las mesas como testigos mudos; hoy vamos a hacer hablar a una de ellas.
El viernes pasado unas cuantas «protocoleras» estuvimos en el Cuartel General del Ejército, sito en el Palacio de Buenavista frente a la estatua de Cibeles, un edificio magníficamente conservado pese a ser un lugar de trabajo (o tal vez deberíamos decir, gracias a ser un lugar de trabajo). Allí asistimos a un concierto, al cambio de guardia con uniformes de época y, para terminar, visitamos el Palacio.
En los últimos años he visitado el Palacio con frecuencia, sus salas están llenas de Historia del Arte, pero también de Historia, aquí está el diván en el que agonizó el General Prim, y también esta mesa, la que aparece en la fotografía.
Una mesa imperial que fue testigo de dos acontecimientos históricos que tuvieron lugar de un día para otro: el último consejo de ministros del rey Alfonso XIII y el primero de la República.
La mesa está en el Salón Goya, rodeada de impresionantes tapices y cartones del genial pintor, y pasaría desapercibida si quien hace la visita guiada no ilustrase a los visitantes con ese dato: en torno a esta mesa se sentaron un día los ministros de un rey y al siguiente los del presidente de la II República.
¿Cuál sería la última Real Orden que sobre esa mesa se firmó? ¿Y el primer Decreto?. Me gustaría creer que el último documento que allí se firmó fue la carta que Alfonso XIII dirigió al pueblo español:
Pero tal vez fueron las últimas normas que aparecen en la Gaceta de Madrid, que consisten en unos detallados listados de nombres de personas beneficiarias del Régimen de Protección Social a la Familia:
Por lo que respecta a la primera del nuevo gobierno republicano, puestos a escoger, también me gustaría que el primer Decreto del gobierno provisional que se firmó sobre esta impresionante mesa hubiera sido el «Estatuto Jurídico del Gobierno Provisional«, pero el primero -y aquí tienen la portada de la Gaceta de Madrid– fue el de nombramiento del gobierno provisional:
Un nombramiento de ministros -sobre todo si aparecen ordenados por su rango- no deja de tener su interés para quien esté interesado en protocolo. Pero querría llamar su atención sobre el Decreto del comité político, en el que se nombra Presidente del Gobierno y Jefe de Estado a Niceto Alcalá Zamora. En su primera frase dice lo siguiente: «El Gobierno provisional de la República ha tomado el Poder sin tramitación y sin resistencia ni oposición protocolaria alguna (…)» y una se pregunta ¿cómo podría el protocolo oponerse a una toma de poder? ¿qué trabas «protocolarias» podrían impedir una toma de poder?.
Detalles, curiosidades que suceden alrededor de una mesa y que -dependiendo de sus protagonistas- pasan a formar parte de la Historia de un país. Si las mesas hablasen tal vez hubiese que reescribir algún capítulo de la Historia ¿no creen?
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