El 23 de enero de 1877 la Gaceta de Madrid publicaba una convocatoria, que firmaba el rey Alfonso XII, mediante la cual disponía que el día siguiente recibiría la investidura como Maestre, de las cuatro órdenes militares –Montesa, Alcántara, Santiago y Calatrava- en la Iglesia de San Isidro. La lectura de la Gaceta ha de hacerse teniendo a mano la crónica que de dicha ceremonia y su protocolo hace la Ilustración Española y Americana.
A fin de que caballeros y freires de las Ordenes estuviesen informados ordenaba que por el Consejo de cada una de ellas se les convocase para que asistiesen formando un «solo y general Capítulo».
Protocolo en la investidura de un gran Maestre: la invitación
El Real Decreto que contiene la convocatoria es una invitación en toda regla -la primera manifestación de protocolo del futuro evento- que responde a las 6 preguntas básicas que se hace quien redacta una invitación:
- ¿Quién? Su Majestad el Rey Don Alfonso XII
- ¿A quién? A Consejo, Caballeros y Freires de las cuatro Ordenes Militares españolas.
- ¿A qué? A la solemne ceremonia de investidura como Gran Maestre de todas ellas.
- ¿Dónde? En la Iglesia de San Isidro.
- ¿Cuándo? El 24 de enero de 1877
- ¿Etiqueta? Traje de ceremonia de cada una de las Ordenes.
Leyendo la Gaceta del día siguiente a la ceremonia –el 25 de enero– y la Ilustración Española y Americana del 15 de febrero nos vamos adentrando en la Iglesia y asistimos a la ceremonia sin perdernos ni un solo detalle. Veamos a continuación qué está sucediendo allí.
Protocolo en la investidura de un gran Maestre: decoración del espacio
Para el acto de investidura del rey como gran Maestre el tempo decoró cubriéndolo de telas granates y doradas; las tribunas de seda azul y adornos plateados (en ellas se situó el Cuerpo Diplomático); los bancos, de terciopelo azul (destinados a los caballeros de las distintas órdenes). Detrás de todos ellos se distribuyeron el resto de invitados. Como vemos, el color y la calidad de las telas marcaban el protocolo en la distribución del espacio y los invitados.
Protocolo en la investidura de un gran Maestre: secuencia del acto
La secuencia del acto de investidura comienza con una muestra de protocolo: el recibimiento. El rey llegó acompañado de su hermana, la princesa de Asturias, que fue recibida por una Comisión de las distintas órdenes y acompañada hasta el lugar que debía ocupar en el interior de la iglesia.
El recibimiento al rey en la puerta del templo se hizo por parte de una Comisión formada por miembros del Consejo Supremo de las cuatro Órdenes Militares al frente de la cual estaba su Obispo Prior. El monarca accedió al interior de la iglesia bajo palio, que portaban miembros de cada una de las Órdenes, y se sentó en el trono -cubierto de terciopelo rojo- que para él se había dispuesto, a la derecha del altar y sobre una plataforma.
Una vez todo el mundo hubo ocupado su puesto dio comienzo la ceremonia de investidura y en su desarrollo encontramos los siguientes hitos:
El presidente del Consejo Supremo de Órdenes pidió la venia a S.M. y procedió a leer el mandato para el acto. Esta lectura fue seguida por el Consejo, caballeros y freires puestos en pié. Terminada la lectura el presidente de Consejo pronunció unas palabras: “se obedece, guarda y cumple”, tras lo cual besó el documento y lo entregó al secretario para su archivo.
A continuación el Obispo, prior de las Órdenes, se acercó al pie del estrado en el que estaba situado el trono y bendijo manto e insignias que estaban sobre una bandeja de oro. El presidente del Consejo invistió al rey con la capa y las insignias, tras lo cual el rey lo abrazó. Tras este acto de hermanamiento, los caballeros pasaron de dos en dos a besar la mano del rey. Una vez todos hubieron rendido pleito de homenaje al gran maestre, tuvo lugar la celebración de una misa de pontifical oficiada por el obispo asistido por freires de las distintas órdenes.
Tras la misa dio la bendición el arzobispo de Toledo en nombre de Su santidad, Pío IX; cerró el acto el Te Deum entonado por la orquesta y cantores de la Real Capilla.
Finalizada la ceremonia S.M. abandonó el templo tal y como había entrado, bajo palio y S.A. la princesa de Asturias hizo lo propio, acompañada por la Comisión que la había recibido.
Protocolo en la investidura de un gran Maestre: comentario final
Protocolo y etiqueta estuvieron presentes en la ceremonia de investidura que debió ser de gran vistosidad: los 115 caballeros y el gran Maestre vistiendo sus uniformes de gala, rodeando la nave; la decoración de la Iglesia; la solemnidad del acto. La Gaceta de Madrid señala que la concurrencia era billantísima: “las damas más bellas” y los hombres “más notables en la diplomacia, en las armas y por ilustración o nacimiento”. Podemos ver todo su colorido en el cuadro de 1885 que incluimos a continuación (en el que algunos aspectos están idealizados si lo cotejamos con el grabado que publicaba La Ilustración una semana después de su celebración).
Fuentes: Ilustración Española y Americana, BOE (Gazeta Histórica)
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