En 1906 Alfonso XIII regaló a su prometida una pequeña corona real, obra de Cartier. En el Álbum Salón de 1906 aparecía una fotografía de la mencionada corona formando parte del trousseau de la reina.
También el semanario femenino La Moda Elegante de 14 de junio de 1906 publicaba una foto de la mencionada corona.
Estaba formada por un cerco de oro blanco enriquecido con cuatro esmeraldas rectangulares, cuatro rubíes y ocho brillantes de regular tamaño y otros ornamentos brillantes más pequeños. Decorada con ocho florones de brillantes con forma de hojas de apio, interpolados con ocho puntas de oro más bajas terminadas en brillantes e igual número de diademas de oro cargadas de brillantes, cerradas por lo alto y rematando el centro un globo con una cruz. Era una corona muy pequeña, como podemos apreciar en las fotografías.
La reina Victoria Eugenia lució esta joya en numerosas ocasiones y con ella fue pintada y retratada.
Una vez en el exilio la reina Victoria Eugenia pidió que la corona se desmontase y Cartier hizo dos pulseras idénticas –gemelas– que forman parte de las denominadas «joyas de pasar» (con ellas posa la reina Victoria Eugenia en la foto) y que lució la reina Letizia en el banquete de gala en honor del presidente de Argentina.
Fotos: captura de pantalla de abc Sevilla, www.esglobedia.com y Clarín.
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