Significación política y sentimiento monárquico se ponían de manifiesto en las entradas reales, que aseguraban el trono más que la propia proclamación. Las entradas contaban con la voluntad real y la tradición y eran organizadas por distintos estamentos que participaban activamente en ellas.
En las entradas reales el monarca aparecía en el punto más alto de su gloria y quienes en ellas participaban le ponían de manifiesto su reconocimiento y lealtad. Fidelidad, sumisión y ofrenda se iban mostrando a lo largo de un recorrido cargado de pompa, ceremonia y protocolo.
Los preparativos de la entrada real de Carlos III
Una entrada real de estas características requería unos preparativos complejos: limpieza de las calles; cubrir balcones con paños y estandartes a lo largo de la carrera que seguiría el desfile del rey y su cortejo; y el montaje de un gran escenario de arquitectura efímera que decoraba el espacio, siguiendo un hilo argumental –“que los adornos, y tropheos tuviessen preciso enlace con las Inscripciones, y estas con los heroicos hechos del rey”- preparado por arquitectos, escultores, historiadores y escritores. A lo largo de la carrera el escenario iba contando una historia; en el caso de Carlos III hablaba de sus virtudes, de sus hazañas y de su pasado como rey de Nápoles y Sicilia, de la dinastía y su continuidad y la extensión del territorio que gobernaba. Contar todo esto requería un equipo de trabajo, muy bien organizado que no dejase nada al azar.
Conocemos quienes formaban el equipo de trabajo que coordinó aquel gran evento: “la Villa, el Corregidor, los Comissarios y demás personas encargadas”, entre las que estaban:
Ventura Rodríguez, “Teniente de Arquitecto Mayor del Real Palacio, de la Academia de San Lucas, Director de la de San Fernando (…)” quien se encargó de la “arquitectura de los Arcos triunfales, Galería y demás adornos”.
Felipe de Castro, “Escultor de Cámara, de la Academia de San Lucas de Roma, y Director también de la de San Fernando” se encargó de toda la ornamentación escultórica de la arquitectura efímera.
Pedro Rodríguez Campomanes, miembro de las “Academias Reales Española, y de la Historia, Socio Correspondiente de la de Inscripciones, y Buenas Letras de París”, realizó toda la parte histórica, su distribución e inscripciones en los monumentos efímeros.
Vicente García de la Huerta, “individuo también de las Academias Española, y de la Historia”, se encargó de poner “en metro Latino, y Castellano los asuntos pertenecientes a la Galería, formada entre la Puerta del Ángel y la del Zaguanete”.
Las Relaciones, fuente de información de la entrada real de Carlos III
Los detalles de la entrada aparecen en numerosos documentos de la época (Octavas, Seguidillas, Regocijos Públicos, Diálogos, Cartas y obras de títulos similares hablan de aquel suceso) el que aquí he utilizado es el documento que mandó redactar el Corregidor de la Villa: la Relación de los arcos, inscripciones, y ornatos de la carrera por donde ha de pasar el rey nuestro señor D. Carlos Tercero en su entrada pública. De esta entrada hay también pruebas gráficas, los cuadros de Lorenzo de Quirós que nos ayudan a visualizar lo que detalla el texto impreso, a todo color.
El texto mencionado describe con gran lujo de detalle todos esos monumentos de arquitectura efímera: dimensiones, aspecto exterior, inscripciones en latín y castellano, además de incluir la justificación histórica precisa. Es una fuente de información de primera mano porque, tal y como señala en su preámbulo, la arquitectura efímera tiene un plazo para ser observada pero la prueba de su magnificencia quedará en la Relación que de esa forma “perpetuará a los venideros lo que ahora pueda cada uno ver por si mismo (…)”. Es decir, se escribió pensando en nosotros, los ciudadanos del futuro, que ahora celebramos el III Centenario del nacimiento del rey.
Arquitectura efímera y protocolo
De las piezas de arquitectura efímera que adornaron las calles por las que pasó el desfile he elegido el arco que tenía más contenido de protocolo. Para ser más exactos todo en él era protocolo, ya que describe cuatro actos protocolarios muy importantes en la vida de Carlos III ocurridos antes del 13 de julio de 1760, día en el que hizo su entrada solemne en Madrid.
El arco mencionado estaba situado en la Puerta de Guadalajara, entre las calles Mayor y Nueva. Se componía de dos arcos con dos intercolumnios que los unían y franqueaban el paso a las mencionadas calles (desgraciadamente no está entre la obra de Quirós, pero nos hacemos una idea del mismo por la descripción que nos facilita el documento). De cada uno de los arcos pendía un medallón, cuatro en total que reflejaban cuatro hechos “notables del Rey” que la Relación describe con estas palabras:
El primero daba cuenta de “el feliz himeneo, o casamiento del Rey nuestro Señor Don Carlos III, con la Reyna Catholica nuestra Señora Doña María Amalia de Saxonia, que se celebró en Gaeta á 19 de junio de 1738, señalando esta dichosa epocha con las cifras de los nombres de Carolus y Amalia y el mote: Concordia Foelix”. Hacía referencia a la boda celebrada en Nápoles, aunque un mes antes hubo una boda por poderes en el Palacio de Dresde.
El segundo medallón recogía “la coronación y unción sagrada del Rey en Palermo, Capital de Sicilia, a 3 de junio de 1735, con este exergo: Carolus, Hierusalem et Utriusque Siciliae Rex”.
En el tercero los madrileños veían “la entrada solemne en Florencia a 9 de marzo de 1732 y el recibimiento que le hicieron al Rey, quando iba a ser reconocido sucessor eventual de Toscana, el Gran Duque juan Gaston de Medicis y la Electriz Palatina Viuda Ana María Luisa de Medicis su hermana. El mote de la orla: Carolus Magnus Etruriae Dux”.
En el último medallón aparecía “el Rey ciñendo la espada al Infante de España Don Fernando Rey de Nápoles y Sicilia, su hijo, al tiempo de renunciarle aquella Corona, que fue el día 6 de Octubre de 1759, con esta inscripción: Ferdinandus Hispan Infans Hierus et Utriusque Sicil Rex”.
El casamiento del rey, una coronación, una entrada solemne y una renuncia proclamación. Cuatro actos de protocolo muy importantes en la vida del monarca reflejados en una obra de arquitectura efímera que adornó una de las calles por las que el rey protagonista de las mismas, Carlos III, hizo su entrada en la ciudad de Madrid.
Fuentes de las ilustraciones:
ENTRADAS RELACIONADAS
1 comentario
Pingback: Entrada real de Carlos III: arquitectura efímera y protocolo @MariaPSC - Protocol Bloggers Point