En enero les hablaba en un post de la visita a la exposición “Teje el cabello una historia” que espero hayan tenido la oportunidad de realizar. Si no lo han hecho tienen hasta el 12 de abril para acercarse al Museo del Romanticismo y pasear por las salas en las que el cabello va contando la historia de aquellos españoles de mediados del XVIII a mediados del XIX.
El post de esta semana tiene relación con esa exposición. La historia se cuenta con palabras y estas cuatro palabras surgieron allí, en la sala dedicada al cabello de los caballeros, porque ellos también se peinaban de acuerdo a la moda y cuidaban mucho su indumentaria y aspecto. Esa dedicación a la imagen personal les granjeó ser tildados con palabras como: lechugino, petimetre, currutaco o pisaverde.
Veamos esas cuatro palabras en los diccionarios históricos (enlace en mayúsculas) y en el actual (enlace en minúsculas).
CURRUTACO (Diccionario de la Academia de 1817)
El que es muy afectado en el uso riguroso de las modas.
Muy afectado en el uso de las modas.
LECHUGUINO (Diccionario de la Academia 1843)
Muchacho imberbe que se mete a galantear aparentando ser hombre hecho. Ahora se aplica al que en su traje sigue escrupulosamente la moda.
Persona joven que se compone mucho y sigue rigurosamente la moda.
PETIMETRE (Diccionario de Autoridades 1770)
El joven que cuida demasiadamente de su compostúra, y de seguir las modas. Es voz compuesta de palabras Francesas, y introducida sin necessidad. La.t Concinnus juvenis.
Persona que se preocupa mucho de su compostura y de seguir las modas.
PISAVERDE. (Diccionario de Autoridades 1770)
El mozuelo presumido de galán, holgazán, y sin empleo ni aplicación, que todo el día se anda passeando. Covarr. dice que es metáphora tomada del que atraviessa en algún jardín por los quadros, que por no pisar las labores vá andando de puntillas, como hace regularmente el pisaverde. Latín. Nimis concinnus juvenis, vel cultus, vagusque. PONC. Quar. tom. 2. Serm. 10. §. 5. Si van quatro mozas al Jubileo, otros tantos pisaverdes las están esperando. CERV. Nov. 4. pl. 156. Tenia abrasados y encendidos los deseos, no solo de los pisaverdes del barrio, sino de todos aquellos que una vez la huviessen visto.
Hombre presumido … , que no conoce más ocupación que la de acicalarse, perfumarse y andar vagando todo el día en busca de galanteos.
Palabras en desuso estas cuatro que compartimos hoy, que nos llevan a épocas en las que el cuidado personal no estaba muy bien visto.
Fuente de la imagen destacada (seguir link): «Un lechuguino» h. 1845 Anónimo
2 comentarios
Esas palabras –a pesar de que petimetre y currutaco parecen tener forma femenina– se refieren solamente a varones.
Me pregunto si van contra la ley de igualdad o si es que todos somos iguales pero unos más que otros. Desde luego lo contrario sería impensable.
Y es que lo políticamente correcto a veces insulta a la inteligencia.
Hola:
Son palabras en desuso. Las utilizaban tanto en femenino como en masculino (al menos las he leído de las dos formas).
En el siglo XIX no se pensaba en lo políticamente correcto.
Un saludo