El Curso Completo de Gramática Parda, dividido en quince lecciones, en las que se dan reglas fijas para que cualquiera pueda vivir sin tener necesidad de trabajar. Escrito por el Bachiller Cantaclaro. El manual que tengo en mi Anaquel, es un librito de 1865. En la Biblioteca Digital Hispánica pueden encontrar una edición de 1833, de la que he obtenido la fotografía destacada de este post.
Después de leer sus páginas y reírme un rato he llegado a la conclusión de que la Gramática Parda debería ser un grado universitario. Todos aquellos que viven del cuento o por la cara deberían tener un paraguas académico que amparase sus conocimientos, e incluso una asociación o colegio profesional ¿por qué no? Visto el “humo” que se vende en formación, por qué no dar un título a los getas profesionales.
¿Cómo se podría vender un curso de estas características? Utilizando el propio libro de 1865 puede diseñarse un folleto de venta, quede claro que yo no soy nada comercial, pero soy capaz de rellenar el contenido teniendo la estructura básica.
Primero la frase que engancha
¿Quieres formar parte de un sector en auge y con gran demanda de profesionales? La mayoría de los cursos que nos venden –y pueden ustedes teclear esta frase en Google para comprobarlo- empiezan lanzándonos ese caramelo: sector en auge y demanda de profesionales son la clave que nos anima a seguir leyendo.
Con el curso completo de Gramática Parda obtendrá los conocimientos precisos sobre cómo dedicarse a la “nobilísima carrera de mantenerse sin trabajar y a costa del prójimo” tareas intrínsecamente relacionadas ya que vivir sin pegar un palo al agua y sin medios económicos que faciliten el sustento necesita de un “primo” –persona física o jurídica- que aporte la parte de dinero que se necesita para la supervivencia.
Qué es la Gramática Parda
Hay que definir claramente qué es la Gramática Parda. En palabras del Bachiller Cantaclaro es una “ciencia infusa e innata, en todo aquel que quiere vivir y mantenerse sin trabajar a expensas del prójimo”. Sin ánimo de corregir a Cantaclaro más que ciencia yo lo veo como un arte, porque hay que ser un auténtico artista para vivir sin pegar ni clavo, aparentar que se hace y que alguien pague por ello, incluso muy bien, por cierto.
A quién se dirige (los futuros Gramáticos Pardos)
Alumnos de ambos sexos sin una formación especial: “no necesitan saber ideología, ni la ciencia de pensar, ni nuestra lengua madre la latina, ni nuestra abuelita la griega (…) no necesitan tampoco saber escribir ni aún leer. Cuantas menos letras, cuantos menos estudios, cuantas menos vigilias en las ciencias, tanto mejor (…)”.
Que no requiera una formación específica no significa que se admita a cualquiera. El curso está dirigido a alumnos dotados de unas cualidades que Cantaclaro detalla en profundidad y les resumo:
- “Memoria sublime y profunda” para atribuirse todo lo que otros han hecho o dicho y que interese hacer pasar como propio en un momento dado; o para citar y referir quién hizo qué y en qué preciso momento. Señala el bachiller que “el mentiroso tiene que ser memorioso” para que no lo pillen en un renuncio obviamente.
- “Estar dotado del don de la palabra (…) la capacidad de hablar mucho en poco tiempo (…) con ligereza (…) melifluidad (…) armonía; basta con no dejar a nadie meter baza”. Esa charla sin principio ni fin con la que se entretiene en las tertulias y que a la gente parece encantarle.
- “Carácter, complexión o temperamento flemático” sereno, impávido, que no se dé por aludido cuando le lanzan directas o indirectas relativas a su habilidad para vivir del cuento.
- “Hipocresía afectada, (…) compostura exterior y reverente con que se atine a adular a todo el mundo y a complacer a toda clase de personas, según su gusto, calidad, genio, sexo, edad e inclinaciones naturales» Es decir, se necesita ser un hipócrita de manual (si se puede aportar diploma de estudios en hipocresía, se valorará).
- “Conocimiento de todos los idiomas vulgares” La palabra idioma no hace aquí referencia al conocimiento de francés, inglés o alemán, no, no. Hablamos del lenguaje y los términos propios de la clase de personas a quienes se hable, porque: “a un arriero no se le debe hablar como a un marqués, ni a un comerciante como a un zapatero, ni a un joven de veinticuatro como a un machucho de cincuenta o sesenta, ni a una doncella como a una que no lo es (…)”.
- “Despejo y viveza natural (…) estar al corriente de los usos y costumbres del día (…) inquirir y saber las cosas más notables que ocurren, para proporcionarse con estos medios la entrada a todas partes”. Nada más útil que esto para hacer la pelota allí donde desea obtener beneficio.
- Estar dotado de “un aire lisonjero (…) que consiste (…) en una semi-risa o media risa falsa, en la cual se entrevean los dientes; los ojillos alegres y a medio abrir; las mejillas con algunos pliegues y hoyos; la voz modulada y bajita, y las expresiones más dulces y lisonjeras” Ser agraciado favorece bastante.
Objetivos del curso
Que el alumno aprenda a “comer, beber, vestir, calzar, pasearse y divertirse a costa ajena”.
Metodología
Este es un curso tan especial que la formación es al contrario que cualquier otra “que empieza regularmente por lo más sencillo, partiendo siempre de lo conocido a lo desconocido y de lo fácil a lo difícil (…) en cualquier estudio la perfección es progresiva; en la Gramática Parda debe ser rápida y simultánea (…) y debe estudiarse en orden inverso, primeramente la parte suprema, enseguida la mediana y por último la parte ínfima”. Si estás suficientemente formado, para qué perder el tiempo con los estadios básico e intermedio, mejor ir directamente al más alto y aprovechar el tiempo, que hay que empezar cuanto antes con la práctica profesional. Esta progresión inversa ayuda a que “cada uno vaya tomando el pulso a sus respectivas fuerzas y se queda en aquella clase que sea más adaptable a su genio y para la que se crea más apto y más idóneo”.
Temario
Parte suprema: esta parte es la “más propia y elegante” en ella se dan “reglas para vivir a costa ajena con lujo y ostentación, pues el vivir mediana o pobremente no tiene gracia ninguna”.
Parte mediana: “reglas para los que no pueden aspirar a la perfección de la clase suprema” porque las “disposiciones naturales que se requieren para la clase suprema no las poseen todos”.
Parte ínfima: “se dan reglas para aquellos genios apocados, pusilánimes y encogidos que nada son capaces de emprender por si (…) y que por vía de provechos o gajes –pueden- cada uno, según su oficio, empleo, arte o facultad, arrimar a lo suyo algo de lo ajeno”.
Asignatura optativa: “mendiguez vergonzante” (nada que ver con la mendicidad que nos anima a ser compasivos y generosos). Supuesto que se produce cuando un gramático pardo “por reveses de la fortuna, por su mala estrella, por la fatalidad de los hados, o por lo crítico y calamitoso de los tiempos, dio en tierra con su saber gramatical y perdió el hilo de su clase respectiva”. El curso en estos casos enseña cómo como beber y comer por la cara, hacer visitas petitorias, buscar excusas para los acreedores, etc.
Al acabar la formación el alumno será capaz de
“Mantenerse sin trabajar y a costa del prójimo”.
Titulación
La titulación que se obtiene es de Gramático Pardo, certificada por la Universidad de la Vida.
Conclusión de la bloguera
Gramáticos pardos ha habido y sigue habiendo. El devenir de los tiempos los ha especializado y están por todas partes, en la facultad, en el trabajo, en la vida social… parece que hacen, pero no hacen nada, incluso algunos –los más avispados- reciben un sueldo. Son auténticos profesionales en venderse, en colgarse las medallas por lo que otros hacen, en trepar por la escala social y ocupar buenos puestos… ¡¡unos auténticos profesionales!! Dios nos libre de encontrar uno en nuestro camino: la úlcera la tenemos garantizada.