¿Son los eventos de recaudación de fondos un «invento» de finales del siglo XX? A lo mejor no, en 1885 un chocolate sirvió para recaudar 60.000 pesetas, fondos que se destinaron a sufragar las necesidades originadas tras el terremoto de Málaga de 1884 ¿no se lo creen?, por favor, sigan leyendo.
El pasado día 24 asistí a una conferencia sobre «El Ocio en Palacio«, en el Palacio de los duques de Fernán Núñez, sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. La conferencia estaba enmarcada dentro del ciclo «La Vida en los Palacios de Madrid. 1850-1920«. Dos intervenciones – «El palacio como escenario de bailes y fiestas» y «La música en los palacios madrileños»– nos acercaron a la vida social de finales del XIX en la ciudad de Madrid.
Los palacios madrileños durante el periodo de referencia fueron espacios de sociabilidad -de ello ya hablaba el post de la semana pasada– en los que se celebraban numerosos eventos. En temporada -octubre a junio- se celebraban tantos actos que las agendas de aristocracia y alta burguesía estaban repletas de anotaciones. La vida social bullía en los salones palaciegos. Uno de esos lugares era el Palacio de los duques de Fernán Núñez, un magnifico escenario, como veremos a continuación.
Fiestas y música para recaudar fondos
Con la idea de unir ideas de las dos partes de la conferencia: las fiestas y la música, he buscado un evento que tuvo lugar en enero de 1885 y que el primer ponente mencionó de pasada en su charla. No hay nada como acudir a mi medio de cabecera –La Ilustración Española y Americana– para encontrar el evento, uno de esos que reunió en el Palacio de Fernán Núñez a la flor y nata de la sociedad madrileña, y que aparece relatado con gran precisión de detalles.
¿De verdad creen que las fiestas para recaudar fondos son algo exclusivo de nuestros días? Siento decepcionar a todos aquellos que creen que: conciertos, cocidos, roscones y chocolate, carreras solidarias, que se organizan con el objetivo de recaudar fondos para personas necesitadas tras una gran catástrofe tienen su origen en el Live Aid de 1985. Mucho antes, en concreto un siglo antes, tuvo lugar el evento del que les voy a hablar. El objetivo, el mismo: ayuda urgente en caso de extrema necesidad.
Fiesta de caridad: un «chocolate» solidario
Los eventos de recaudación de fondos a finales del XIX eran las llamadas «Fiestas de Caridad» (gestionadas básicamente por señoras de la alta nobleza) y una de estas: un chocolate, fue la que organizaron los Condes de Cervellón y Duques de Fernán Núñez en su «suntuoso palacio» -que pueden visitar en la Calle Santa Isabel, 44 de Madrid- un 27 de enero de 1885.
Los básicos de la organización de una fiesta de caridad
Todo evento tiene entre sus básicos: un motivo, un objetivo y una secuencia.
Motivo expreso: mostrar «el dulce sentimiento de la caridad, seguro lazo de unión entre las almas nobles» es el que da La Ilustración y no hay porqué desconfiar de la bondad de los corazones de quien tiene suficiente dinero como para ayudar al prójimo. Tal vez había un motivo oculto: enseñar todo lo que tengo y lo que soy capaz de hacer, afianzar la idea del poder de la nobleza basado en unos valores excepcionales, etc. pero no nos vamos a poner a elucubrar sobre semejante idea. Vamos a centrarnos en la caridad, que es un magnífico motivo y que ahora llamaríamos «solidaridad» (más políticamente correcto y sin tanta carga religiosa). Ustedes mismos.
Objetivo: recaudar fondos para «los damnificados por el terremoto del 25 de diciembre de 1884 que asoló las provincias de Málaga y Granada» (y que no fue un simple temblor de tierra, causó 1.200 fallecidos, la ilustración de cabecera muestra el estado en el que quedaron los edificios).
Invitados: la aristocracia, la nobleza y personalidades de «la política las letras y las armas«.
Invitados de honor: SS.MM. los Reyes (Alfonso XII y María Cristina) y las Infantas (hermanas del rey).
Anfitriones: los Duques de Fernán Núñez.
Hitos fundamentales de la fiesta
Concierto en el Salón Principal
La música salió del Salón de Música al Salón Principal, que se decoró con gran lujo. Los reyes y las infantas ocupaban el lugar más destacado y aparecen, como podemos ver en la ilustración de Comba, rodeados de señoras dejando a los señores en un segundo plano.
Los artistas que intervinieron en el acto provenían del plantel del Teatro Real e interpretaron «composiciones de ilustres maestros«, entre ellos Tosti.
Rifa de objetos de arte
Cada boleto de la rifa de objetos de arte costaba una peseta, pero La Ilustración afirma que se vendieron muchos a precio de reventa. La rifa, como todas las actividades de la noche, la gestionaban damas de la nobleza (duquesas, marquesas y condesas).
Este acto tuvo lugar en el Jardín de Invierno, espacio que se decoró para la ocasión «con ricos tapices de terciopelo y oro, que ostentaban el blasón de los Marqueses de la Mina«. En ese lugar se situó una vitrina en la que se exponían los objetos artísticos que se rifaban y una mesa «donde se entregaba el premio a la persona favorecida por la suerte«.
Venta de productos: gracia y cortesía.
Flores, pastas, dulces, chocolates y champagne, se vendían en el Invernadero. En el centro se instaló la mesa del comedor a la que rodeaban mesas más pequeñas. Allí se ofreció el chocolate, que se anunciaba como «chocolate a la andaluza«, y que costaba 4 reales, aunque el semanario señala que se pagaron por tan delicioso manjar unas cantidades que oscilaron entre el mínimo de 20 pesetas al máximo de 200.
¿Que hizo que subieran los precios? imaginamos que las ganas de ser solidario, aunque La Ilustración va más allá y señala que los precios subieron tanto por «la gracia de las señoras que servían y la exquisita cortesía de las personas que aceptaban«.
Eventos para recaudar fondos: ¿y los fondos?
Si alguien se pregunta cuánto se recaudó y que se hizo con los fondos, La Ilustración menciona una carta recibida en la «Junta Popular de Socorros» enviada por el duque de Fernán Núñez en la que se adjudicaban a partes iguales entre las provincias de Granada y Málaga la recaudación de la fiesta. Se recaudaron 12.000 duros (60.000 pesetas). El duque pedía a la propia Junta consejo para el destino del dinero,aunque apuntaba que «levantar casas consistoriales y escuelas para sustituir a las destruidas» sería, sin duda, una buena obra.
Recuerdo de aquella velada
Se editó un número extraordinario del diario «El Día« con artículos que firmaban: Abascal, Zorrilla, Campoamor, Pardo Bazán, Castelar, Núñez de Arce, entre otros. Se vendía a 1 peseta y lo recaudado engrosó el total de aquella noche.
No es de extrañar que una festejo semejante terminase «en la madrugada del día 28«.
Como podemos ver no hay eventos exclusivos de una época, hay distintas formas de llevarlos a cabo. La que hoy hemos revisado -un chocolate– nos parecerá caduca, elitista, clasista, etc., pero sin duda cumplió su función: recaudar fondos.
Fuente de texto e imágenes: La Ilustración Española y Americana de 15 de febrero de 1885.
Fuente ilustración de cabecera: La Ilustración Española y Americana de 22 de enero de 1885.
3 comentarios
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Pero que ‘carga’ religiosa! Perdón, pero ni que fuera una palabra ‘obsoleta’: Caritas es Amor, desinteresado….viene del latín, y es otra cosa que solidaridad.
Buscad, investigad y veréis la diferencia
Gracias por tu comentario, Blanca. La palabra caridad tiene el significado que tú apuntas, y la gente lo asocia con lo que hacen en por ejemplo en la parroquia (darle una limosna a alguien), prefieren «solidaridad».
Un abrazo