La Revolución de 1868 -conocida también como la Gloriosa– fue el primer intento de establecer un régimen político democrático en España. El periodo de tiempo transcurrido desde el triunfo de la Revolución hasta el pronunciamiento de 1874 que restauró la monarquía borbónica es conocido como el Sexenio Democrático o Sexenio Revolucionario. Durante esos seis años se hicieron dos intentos para instaurar un sistema democrático en nuestro país; primero con una monarquía parlamentara instalando en el trono una nueva dinastía y, al fracasar, se optó por la forma republicana, que tampoco tuvo éxito.
Tras esta brevísima contextualización histórica les comento que hoy no voy a analizar ningún acto de protocolo que tuviera lugar durante la época; hoy hablaré de la representación gráfica de conceptos y/o ideas republicanas a través de símbolos y emblemas, y cómo se intentó fijarlos a través de la simbología oficial
Cinco emblemas en la Gaceta de Madrid
¿Por qué me he ido al Sexenio? Por un detalle muy curioso, o al menos a mí me lo parece. Buscando unos decretos en la Gaceta de Madrid entre los años 1868-1870 me percaté del cambio en el emblema en la cabecera y me pareció interesante, así que me puse a buscar. Tenía claro que al cambiar de régimen el escudo de Isabel II había desaparecido de la cabecera de la Gaceta, pero que hubiera diferentes emblemas en un periodo tan corto de tiempo me llamó la atención y encontré tres distintos durante esa primera etapa y dos en la segunda (no se incluye el sello real de Amadeo de Saboya que encabezó la Gaceta durante el breve periodo en que fue rey de España). Son los cinco que figuran en la imagen destacada de esta entrada.
El valor simbólico y alegórico de un emblema
Los emblemas son una herramienta de comunicación muy eficaz, ya que transmiten conceptos de forma no verbal, de un simple vistazo se capta la idea. No es necesario un discurso para saber qué es lo que dicen. Además, ayudan a construir identidades tanto individuales como colectivas y generan, en este último caso, un sentido de pertenencia a un grupo que, además, encuentra en el símbolo la forma de cohesionarse.
Los símbolos no son originarios de nuestra época, han sido utilizados con fines políticos a lo largo de la historia. A través de escudos, banderas, emblemas, etc. se ha representado -y representa- el poder político, la libertad, la democracia, la nación, el pueblo, etc.
En el Sexenio se produce un cambio de régimen como resultado del enfrentamiento entre dos posiciones; por un lado, el tradicionalismo conservador, clerical y reaccionario, representado por la reina y su camarilla; y por otro el revolucionario que era liberal, reformista, anticlerical y progresista. Ese cambio había que darlo a conocer, ponerlo a la vista a través de los emblemas.
Señala Marie-Angèle Orobon en su artículo Marianne y España: la identidad nacional en la Primera República Española “(…)la representación emblemática de la identidad republicana española oscila entre dos polos: por un lado el empréstito a modelos importados (exclusivamente francés en cuanto a la representación alegórica) y, por otro lado, el arraigo en una realidad y una continuidad histórica nacional, aun cuando la república representara en el devenir histórico nacional una ruptura política con respecto a modelos anteriores”.
De esa mezcla surgieron los emblemas que aparecen en la imagen destacada y los símbolos que allí se recogen son los que se verán en el epígrafe siguiente.
Lo que dicen los símbolos
Aunque la calidad de las ilustraciones no es muy buena si podemos apreciar una serie de símbolos:
- La matrona sentada, recostada o en pie. La representación de la República/Nación/España como mujer, como madre protectora que nutre a sus hijos.
- Gorro frigio: simboliza la libertad frente a la tiranía.
- Corona de laurel: gloria, sabiduría, honor.
- Corona mural aquí representa la oposición a la corona real de la monarquía. El poder del pueblo frente al poder real.
- Gallo: el espíritu luchador del pueblo, la audacia, la victoria.
- Caduceo: medicina, comercio.
- Libro: sabiduría y/o ley; vida intelectual.
- Balanza: justicia.
- Espada (al hombro o bajada) justicia y/o paz.
- Ramo de olivo: paz.
- León sentado o tumbado, fuerza serena, se asocia con el pueblo.
- Perro: fidelidad, lealtad, inteligencia.
- Cadena rota y pisada: fin de cualquier tipo de servidumbre u opresión.
- Haz con hacha (fasces): poder judicial, autoridad de la República.
- Tablas de la ley: igualdad ante la ley, responsabilidad moral.
- Sol radiante (rayos de sol) frente al oscurantismo del clericalismo.
- En segundo plano: el barco representa los descubrimientos, el pasado histórico de España.
A modo de conclusión
Los símbolos y emblemas comunican ideas complejas de forma sencilla y concisa y son elementos muy importantes en la construcción de la identidad de un grupo. La representación gráfica del símbolo tiene un significado que va más allá de la apariencia física de la figura que se está plasmando. Esa figura, difundida a través de medios de comunicación llega a la mayoría de la población que, al interpretar el símbolo, obtiene el mensaje que quien lo emite pretende. Esto es ahora y ha sido así a lo largo de la historia.
¡¡Buena semana, protocoleras/-os!!