Otros tiempos, otra jura. Hace 112 años Alfonso XIII juraba ante las Cortes (IV)
La real comitiva llegó a San Francisco el Grande a las 15.45. Allí iba a entonarse el tradicional Te Déum de acción de gracias, este himno se entona en momentos de especial significancia y en Misas celebradas en ocasiones especiales y esta lo era.
La Ilustración Americana y Española, en su número 20 de 30 de mayo de 1902 recoge esta solemne ceremonia.
En el pórtico de la Iglesia, y para recibir a las Reales Personas, se encontraban el Cardenal Sancha, Arzobispo Primado de Toledo y Patriarca de las Indias; el Nuncio de Su Santidad; Cardenal Arzobispo de Santiago; Cardenal Obispo de Barcelona acompañados de 31 prelados.
El Rey recibió la bendición del Arzobispo primado y se situó bajo el palio que era llevado por seis capellanes de honor.
Dentro del tempo a la derecha del presbiterio se situaron los Reyes, a la izquierda el Gobierno; a ambos lados del altar y cerca del trono y del Gobierno se situó el Cuerpo Diplomático.
Tomando como referencia el pasillo central: a la izquierda los príncipes extranjeros, y a la derecha los prelados.
A continuación:
- Congreso y Senado
- Tribunales Supremos de Guerra y Marina, el Gobernador, la Diputación y el Ayuntamiento
- El Capitán General, el Gobierno Militar, las Comisiones Militares
- Los Ministerios de Guerra y Gracia y Justicia y Audiencia y Tribunal de las Órdenes
- Presidencia del Consejo, el Consejo de Estado y el Tribunal de Cuentas
- El Ministerio de Estado y la Asamblea de las Órdenes
- El Ministerio de Instrucción Pública y las Academias
- El Ministerio de Hacienda, el Ministerio de la Gobernación, el Ministerio de Marina y el Ministerio de Agricultura
Los invitados particulares (que llenaban sillas y tribunas hasta la entrada).
¿Nos recuerda esto alguno de los rangos de ordenación que establece nuestro RD 2099/83?, a mí me recuerda muchísimo al que establecen los artículos 14 y 16, dedicados a la ordenación colegiada o corporativa.
Una vez todos los invitados estuvieron en sus puestos comenzó la ceremonia, entonando el Cardenal Primado el solemne Te Deum.
Terminado el acto, el Rey y su comitiva vuelven a Palacio, la entrada en Palacio se anuncia con una salva de 21 cañonazos.
- Gaceta de Madrid de 15 de mayo de 1902
- Constitución Española de 1876
- La Ilustración Española y Americana de 30 de mayo de 1902
Mañana último capítulo: anécdotas y curiosidades
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