La precedencia, básica en la ordenación de autoridades que establece el protocolo, tiene como criterio para establecerla el de la edad, un principio utilizado tradicionalmente en lo que hoy denominamos protocolo social (el de mayor edad precede al de menor). Pero también es una norma de protocolo que el de mayor cargo tiene mejor rango y ocupa mejor puesto (independientemente de su edad); o el que tiene mayor autoridad precede al de menor; o que a igualdad de rango, el que tiene mayor antigüedad en el cargo ocupa el puesto precedente. Como vemos, el adjetivo mayor es muy importante para el protocolo.
Nuestro refranero, como era de esperar, tiene también una frase para la precedencia: «En presencia del mayor, cesa el poder del menor«. Como sabemos, los refranes son enseñanzas populares que surgen de la observación y la experiencia cotidiana y son transmitidos -oralmente- de generación en generación. Su éxito reside en que en una sola frase -literal o figurada- resumen toda una enseñanza, en este caso de protocolo y de algo fundamental en el mismo: la precedencia.
Si buscamos el adjetivo «mayor» en nuestro diccionario de la lengua encontramos, relacionadas con protocolo, las siguientes definiciones: «Importante«; «principal, que tiene superior dignidad o autoridad entre las personas o cosas de su mismo grupo«; «superior o jefe de una comunidad o cuerpo«; «oficial primero de una secretaría u oficina, especialmente el de cada una de las secciones del Consejo de estado, el de las Cortes y el primer jefe permanente de cada ministerio«. Términos como superior dignidad, autoridad, e importancia, dan cuenta del puesto destacado que se ocupa, y por tanto de la precedencia que ese cargo otorga frente a otros.
2 comentarios
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María Gómez Requejo, thanks a lot for the post.Really thank you! Much obliged.