Costumbre del tiempo viejo, al hacer el calendario, era empezar un arúspice firmando el juicio del año, que, más que juicio, prejuicio debióse de haber llamado. Hoy ya no quedan profetas para poder anunciarnos que el invierno será frío, y es casi seguro, en cambio, tener calor y sequías en cuanto asome el verano. Y es cosa muy anticuada pensar si este o aquel astro dejará sentir su influencia en la nación que habitamos. (…) Más culto y más afectuoso es empezar saludando a nuestras lectoras bellas y a nuestros lectores caros, para desear que a todos traiga venturas el año (…) ¡Felicidad y alegría … y salud para contarlo! Fuente del texto: Almanaque del Buen Tono (1903) Biblioteca Digital Hispánica Fuente de la imagen destacada: Riudavets en La Ilustración Española y Americana 08/01/1881 Hemeroteca Digital
María Gómez Requejo
Licenciada en Derecho, Grado en Protocolo y Máster en Heráldica. Profesora Universitaria: Técnicas de Organización de Eventos. Responsable de formación en GMS Protocolo y Eventos.
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