Hace unos meses, en el Congreso Internacional el Protocolo Contemporáneo – VII CIEPC – que se celebró en la Facultad de Derecho de la UNED, la profesora Dolores del Mar Sánchez González habló de Velázquez y su oficio en la Corte de Carlos IV como aposentador de palacio (además de pintor, claro). El oficio/cargo de aposentador siempre me ha llamado la atención, no solo por ser el antecedente del jefe de protocolo, si no también por la propia etimología de la palabra. Aposentador viene de aposentar – dar habitación y hospedaje- hace referencia a acoger invitados en casa, a tratamientos y cortesía.
Como es una figura que siempre me ha interesado tengo en el anaquel dos libros que hablan del aposentador de corte. El más antiguo es una edición facsímil de 1675 del libro “Solo Madrid es Corte” de Núñez de Castro. El otro es de 1738 y lleva por título “Regalía del aposentamiento de corte”, es obra de Joseph Bermúdez. Ambos los pueden encontrar digitalizados en la Biblioteca Digital Hispánica. En ellos, y en el diccionario de autoridades, me basaré para escribir un poco sobre esta figura tan importante en la monarquía histórica.
Aposentador: una definición histórica
El Diccionario de Autoridades (1726) contiene la siguiente definición de la palabra “aposentador”:
APOSENTADOR. s. m. Nombre de oficio, que sirve de señalar y distribuir los paráges y casas donde se ha de aposentar el que viene de fuera, y à cuyo cargo está prevenir lo necessário para el hospedáge. Viene de la voz Aposento. Lat. Diversorium metator, designator. ORDEN. DE CAST. lib. 1. tit. 2. l. 11. E qualquier Aposentadór que lo contrário hiciére, pierda el oficio. [i.347] CHRON. GEN. fol. 202. Fallóse con su Aposentadór el Cid, que iba à tomar posáda. CANC. Obr. Poet. fol. 126.
Vi aquel Aposentadór
que era ahóra Guardadamas.
Dos libros que hablan del aposentador de Palacio, el jefe de protocolo de antaño
La portadilla de “Solo Madrid es Corte” incluye un pequeño inserto en el que resume el contenido de los cuatro libros en los que está distribuido su contenido. En el libro I se habla de Madrid y el porqué es la mejor ciudad del orbe; se da cuenta de los Consejos y Tribunales, de su forma de gobierno y las autoridades que los componen; también se recoge todo lo relativo a la Casa Real, sus oficios y las rentas del monarca. Los libros II-IV se dedican a instruir al Cortesano “con Dogmas Cristianamente Políticos, para adorno del entendimiento, aliño de la voluntad y perfección de la memoria”.
El libro “Regalía del aposentamiento”, Joseph Bermúdez dedica sus dos primeros capítulos a hacer un resumen del origen y desarrollo del aposentamiento y la figura del aposentador a lo largo de la Historia. El capítulo III lo destina a comentar la estructura de la Junta de Aposento y los oficios que la componían, con sus ordenanzas y salarios. En el capítulo IV habla de los cargos a los que se debía aposentar en los distintos actos, detallando su orden y precedencia. Y el último capítulo contiene un listado detallado de todas las personas que ocuparon el puesto de Aposentador Mayor de Palacio desde el reinado de Enrique II hasta el monarca que reinaba en el momento de publicarse el libro, Felipe V.
El aposentador en la historia: habilidades profesionales y cualidades personales
Joseph Bermúdez, mencionando a Tito Livio, pone una fecha a la creación del oficio de aposentador: el año 581 de la fundación de Roma (172 antes a. C.), “en el Consulado de Lucio Postumio Albino (…) quien mandó que a los Magistrados se diesen habitaciones y lo necesario para el transporte de la ropa”.
A continuación hace un repaso por la historia de España desde esa época hasta llegar al siglo XVIII. No voy a detallar aquí todo lo que cuenta el autor sobre cómo se va modelando esa figura tan importante en la Corte, pero sí querría destacar la mención que el autor hace de cómo se recoge la misma en las “Siete Partidas” de Alfonso X.
“En las Siete Partidas se halla la que manifiesta quien es el Aposentador, diciendo es el que da las posadas a la Compañía del Rey, y ordena, lleve un Pendón para ser conocido, y que entre en el lugar donde el Rey ha de posar, un día antes, para la notoriedad; y previene sea inteligente y de buen juicio, y que conozca los que acompañan al rey, para aposentarlos según su calidad, y oficio, y que lo haga de forma, que no reciban daño, ni agravio los Dueños de las Casas; y declara, que al Aposentador pertenece determinar los pleitos, que ocurran sobre aposentamiento, y que haciendo bien su oficio, debe el Rey amarle, y favorecerle, y obrando mal, castigarle según el delito”. (Ley 15, Título 9, Partida 2).
Destaco esta mención porque en estas ocho líneas encontramos una descripción de un puesto de trabajo y, además, menciona las cualidades personales y habilidades profesionales ¡¡de un jefe de protocolo!! Las he señalado en negrita.
El aposentado mayor de Palacio: tareas y funciones
Núñez de Castro menciona entre las tareas y funciones específicas del aposentador mayor las siguientes:
- “Repartir el aposento de las damas, Señoras del Honor, de la Cámara, de Retrete, y Guardas, y las demás, que tienen vivienda en Palacio”.
- “Cuando su Majestad como en público, pone la silla y levanta la tabla de la mesa”.
- “Cuando vienen Cardenales a besar la mano al Rey, les pone asiento”.
- “Dispone el aparato de las Fiestas, que se hacen dentro de Palacio, la forma, modo y lugar de cada uno”.
- “Cuando se jura Príncipe, pone la silla donde se ha de sentar”.
- “Cuando en Palacio hay Comedias, Máscaras, Torneos o Saraos, consulta con su Magestad el orden que se ha de guardar en todo”.
El trabajo del aposentador consistía, en líneas generales, en dar a cada uno su puesto en los actos de protocolo y organizar todos los eventos que tuvieran lugar en Palacio; lo cual requería conocimientos de protocolo y de organización y producción de eventos. Lo mismo que un jefe de protocolo en la actualidad.
Dejo para otra entrada hablar del número de aposentadores y la distinción entre ellos: aposentadores de camino, de casa y corte, y mayor de palacio.
Fuentes bibliográficas: las mencionadas en el texto. Disponibles en la Biblioteca Digital Hispánica.
Fuente de la imagen destacada: composición de Auto de Fe en la plaza Mayor de Madrid, de Francisco Rizi [Museo del Prado] e ilustración del libro «Relación histórica del Auto general de Fe que se celebró en Madrid en el año de 1680 con asistencia del Rey don Carlos II» de José Olmo. Disponible en la Biblioteca Digital Hispánica.
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